lunes, 26 de junio de 2017

La innovación social a través de "I Love Potatoes"

Vivimos en una sociedad de consumo excesivo, rodeados de ofertas, publicidad, estrategias muchas veces eficaces, las cuáles intentan conectar con nuestros deseos más profundos, generando así necesidades artificiales. Además, promueven la idea de que comprar cosas es una actividad placentera, y cuanto más consumo se genere, la sociedad podrá progresar y funcionar mejor.
Esto es lo que se está mostrando en muchos países a niños y niñas desde edades muy tempranas.
Sé qué no es fácil evitar todo ese excesivo bombardeo consumista, que tanto nos influencia y presiona, pero sí que podemos ayudar a qué nuestros hijos/as o alumnado comprendan la necesidad de un uso adecuado de los recursos y de qué otras alternativas son posibles.
Una de las herramientas con las cuáles podemos contar para ello, puede ser el videojuego serio I love potatoes, una iniciativa de la NFB, disponible para android, iOS, y ordenador.
Cómo indican sus propios desarrolladores ha sido diseñado para que niños/as de entre 9 y 12 años puedan divertirse a la vez que aprenden sobre la innovación social y el desarrollo sostenible.

Descripción

I love potatoes es un videojuego de aventura gratuito, en el cuál el protagonista "Chips" tiene la misión de ayudar a reconstruir la vida del pueblo en el que vive (donde todo está hecho de patata) y sobrevivir después de un desastre. Para ello tendrá que valerse de la ayuda de sus compañeros de Patatalandia, salvando obstáculos y buscando alternativas al consumo desmesurado, hacia un modo de vida más sostenible.

Utilidad educativa

Desde su propia página web nos ofrecen dos completas guías en inglés, las cuáles recomiendo ver por la cantidad de ideas que vienen.
Una de las mismas está dirigida para docentes y la otra para las familias, a través de las cuáles trabajar con los niños/as tanto en el aula como en casa los siguientes temas: innovación social, economía social, política, filosofía, medio ambiente/desarrollo sostenible, medios de comunicación, artes, educación cívica y vida en común.
Para ello nos brindan una serie de actividades diversas a trabajar que se combinan con otros materiales, antes, durante y después de jugar al mismo, tales como debatir por equipos sobre el consumo excesivo y sus consecuencias, hasta la propuesta de desarrollar su propio proyecto de innovación social.
También cabe destacar que gracias a las características que posee el mismo, ayuda a promover habilidades tales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas, el trabajo en equipo, la orientación espacial, analíticas y el pensamiento creativo.
Dependiendo de como se plantee, también se podrán trabajar ciertas competencias tales como la competencia en comunicación lingüística, competencia de aprender a aprender, competencias sociales y cívicas.

Complementando las ideas descritas por los propios creadores, considero que gracias a su corta duración y estructura, es posible trabajarlo en pocas sesiones y en pequeños grupos.
Además, nos puede servir como introducción dentro de las áreas de ciencias sociales ó valores sociales y cívicos, para trabajar el tema del consumo responsable. 
También nos puede valer como hilo conductor de un tema relacionado que ya se esté trabajando, a través del cuál analizar los hábitos de consumo innecesarios de los personajes y reflexionar en los que normalmente observamos en nosotros mismos, a nuestro alrededor, en la sociedad en general y de qué manera puede afectarnos e incluso pensar en soluciones a determinados problemas, entre otras cosas que puedan ocurrirse.